Para su administración precisa, en primer lugar de la inserción de un catéter largo adecuado, por el cual se infundirá la solución indicada por el pediatra y preparada por el servicio de farmacia. Nuestro objetivo prioritario es la administración de la solución con los mínimos riesgos para el paciente. Para ello se requiere el seguimiento de un protocolo estricto cuyo propósito es nutrir adecuadamente al paciente pediátrico o neonatal y evitar al máximo la infección nosocomial, factor decisivo en la valoración de la calidad asistencial hospitalaria.
Las complicaciones en la perfusión de nutrición parenteral están relacionadas con el catéter, la manipulación del sistema y la solución de la nutrición parenteral.
Describiremos, dentro de este capítulo, el procedimiento a seguir para la correcta infusión y prevención de complicaciones relacionadas con cada elemento de riesgo
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